Los pilotos checoslovacos le pusieron el apodo de "Mezek" ("Mula"), mientras que en Israel los nombraron oficialmente como "Sakeen" (cuchillo en hebreo).
En la práctica, el avión fue llamado normalmente Messerschmitt o simplemente Messer (que significa cuchillo tanto en alemán como en yidis).
El S-199 continuó usando el armazón del Bf 109G pero, sin los motores originales disponibles, debió ser forzosamente montado uno alternativo.
El resultado fue un avión con una maniobrabilidad extremadamente pobre, con un torque excesivo y demasiado peso al frente.
Cuando entraron en combate fue descubierto otro peligro; se trataba de un fallo o defecto del mecanismo sincronizador entre las aspas del propulsor y los disparos de las armas montadas en el avión, ya que no funcionaba como se esperaba, haciendo que algunos pilotos israelíes terminasen disparándole a sus propias hélices.