[5]Según Esquilo Zeus, para castigar a Prometeo por haber robado el fuego y haberlo compartido con los seres humanos, manda en persona a Hefesto, supervisado por Cratos y Bía, para que lo encadene con fuertes ligaduras en el monte Cáucaso.
En la tragedia Cratos tiene una larga charla con Hefesto, apremiándole para que deje de dudar y cumpla su deber, pero Bía simplemente se mantiene en silencio; Hefesto cumple su labor a la fuerza (βία) y sometido al poder (κράτος) de Zeus.
Dice que Epimeteo, al dotar a los animales de diferentes cualidades, se olvidó del hombre.
Ahora bien, Platón describe que «los centinelas de Zeus eran terribles», refiriéndose, como uno puede suponer, a Cratos y Bía, nuevamente.
[8] Plutarco dice «que [Temístocles] venía acompañado de dos diosas, Persuasión (Πειθώ, Peithó) y Fuerza (Βία).