Badnjak
La tala, la preparación, la introducción y la puesta en el fuego, están rodeadas de elaborados rituales, con muchas variaciones regionales.
La quema del tronco va acompañada de oraciones para que el año entrante traiga comida, felicidad, amor, suerte y riquezas.
Desde principios de los años 1990, la Iglesia Ortodoxa Serbia, junto con las comunidades locales, ha organizado celebraciones públicas en Nochebuena en las que el badnjak desempeña un papel central.
Tradicionalmente, la ceremonia del badnjak comienza en la víspera de Navidad, pero hay muchas variaciones regionales en cuanto a los detalles.
El grupo anuncia su partida disparando pistolas o pequeños morteros de celebración llamados prangija.
En el este de Serbia se utilizan hayas, perales, membrillos, carpes y ciruelos, aunque también, con menor frecuencia que los robles.
[1] En algunas zonas del litoral montenegrino donde no crecen robles, se utilizan en su lugar olivos, laureles, olmos o madroños.
[3][5] También puede explicar al badnjak por qué será cortado: «He venido a ti para llevarte a mi casa, para ser mi fiel ayudante en cada progreso y mejora, en la casa, en el corral, en el campo y en cada lugar».
No debe dejarse a medio cortar, ya que entonces maldecirá la casa del hombre.
[6] En el litoral montenegrino, cada uno debe ser adornado con ramitas de laurel, olivo, enebro y romero, que se atan en la partes superior, media y base del tronco con hilos de hiedra, seda roja o lana.
Parte de la paja puede ser apartada y utilizada en prácticas apotropaicas el año que viene.
[3] En Serbia central, el badnjak se coloca con su extremo más grueso sobresaliendo del ognjište (chimenea).
La costumbre de introducir animales domésticos en la casa como el joven polaznik persistió en algunos lugares hasta la primera mitad del siglo XX.
El tronco que se enciende por sí mismo presagia una rica cosecha de miel.
Para la conveniencia de aquellos que viven en pueblos y ciudades, estos pequeños badnjaks pueden ser comprados en mercados o distribuidos en iglesias.
[16] La ceremonia del badnjak, originalmente realizada solamente dentro de la familia, se convirtió en una celebración más pública.
Se construyó una hoguera en la que un sacerdote ortodoxo colocaba el badnjak en presencia de soldados y ciudadanos.
Sin embargo, cada celebración particular tiene sus propios rasgos específicos, que reflejan las tradiciones de la comunidad local.
La celebración termina con los feligreses reunidos alrededor del fuego, servido con rakia cocida, vino o té, y la comida permitida durante el ayuno de la Natividad.
[17] Los feligreses pueden coger una ramita del badnjak y llevársela a casa para colocarla delante de su icono, o en otro lugar apropiado.
Según la Santa Tradición, el pesebre se encontraba en una cueva cerca de esa ciudad.
[23] Čajkanović caracteriza al precristiano badnjak como una divinidad que muere quemándose para renacer, comparándolo a este respecto con Atis, Osiris, Adonis y Sandan.
La creencia de que los espíritus ancestrales habitan en el hogar doméstico fue atestiguada entre los eslavos y otros pueblos.
La cena de Nochebuena es un festín preparado en su honor, y se unen a la familia en ella.
[25] Božić, la forma diminuta del sustantivo bog, que significa dios, es también el serbio para «Navidad».
Uspensky argumenta que este santo tomó los atributos del dios serpentino Veles, cuyo culto era muy fuerte entre los eslavos orientales antes de la cristianización.
En Francia, el tronco tenía diferentes nombres regionales: chalendal, calignaou, tréfoir y tréfouet.
Por la noche la familia solía llevar ritualmente tres de estos troncos a la casa y quemarlos en la chimenea.
[28] En Bulgaria, el hombre más joven de la familia va, en la víspera, a un bosque para cortar un roble, un olmo o un peral, que se utilizará como badnik (бъдник).
Čajkanović (1994) enumera las siguientes publicaciones etnográficas (en serbio) para obtener más detalles sobre el badnjak :
