Hoy en día representa lo que propiamente hablado se llamaría «bajo alemán occidental del norte».
[2][3] En algunas clasificaciones, el bajo sajón frisio se considera un subdialecto más del bajo sajón septentrional, aunque muchos lingüistas los consideran dialectos separados debido a que la variedad hablada en la Frisia oriental es de hecho un substrato frisón del bajo alemán y no una evolución continua de este último (las lenguas frisonas son lenguas germánicas pero no pertenecen al grupo de lenguas alemanas).
De tratarse en efecto de dialectos separados, la subvariedad oriental del bajo sajón frisio (llamada harlinger Platt) habrá absorbido muchas influencias del bajo sajón septentrional (concretamente el dialecto Oldenburgisch), tanto en léxico como en sintáctica y fonología, creando un continuo dialectal entre ambos.
-tje), más común en las lenguas frisonas, siendo otro argumento que respalda la separación de este dialecto del bajo sajón septentrional.
Por lo general, el bajo sajón septentrional comparte muchas características con otras lenguas germánicas, como el alemán estándar, el inglés, el neerlandés, el frisón y otros dialectos bajoalemanes, por lo que aunque a primera vista no son características particulares o elementos propios, es precisamente esta mezcla la que lo distingue de otros dialectos.