No sólo servía para celebraciones, sino también para jugar a Battledore and Shuttlecock, predecesor del bádminton.
A principios del siglo XX el barrio se caracterizaba por sus edificios medievales, en muy mal estado.
Estaba habitado por miembros de la clase social más baja, con unas condiciones higiénicas pésimas.
La intención de los nazis era desalojar a la "roja" clase trabajadora del distrito.
Cuenta con 300 asientos en la sala principal, donde se realizan las obras más modernas y experimentales.