Entre los usos típicos del banco de carpintero se encuentran conformar un perfil redondo sobre un trozo de madera que inicialmente es cuadrangular, como por ejemplo una pata para una silla o para preparar una pieza para el torno.
Se los utiliza en tareas de tonelería y arquería.
Tal como sugiere la palabra "banco", la persona se sienta a horcajadas del banco.
La traba es activada por la persona empujando con sus pies sobre una barra en la parte baja.
Dicha traba mantiene fija a la madera mientras se la trabaja con por ejemplo un bastren o argallera.