[1] El término "Banda Morisca" debió acuñarse en Sevilla[1] bien entrado el siglo XIV.
[2] Las fortificaciones fronterizas se encontraban en mal estado de conservación a principios del siglo XIV, por la actividad que habían tenido desde finales del siglo XIII.
Por ello, Alfonso XI entregó al Concejo de Sevilla grandes sumas de dinero para reparar las propias murallas urbanas y sumas menores, mercedes y derechos de rentas para reparar fortificaciones fronterizas.
[3] La Corona empezó a financiar el mantenimiento de las construcciones defensivas de las pequeñas poblaciones con dinero propio y las vinculó a las ciudades fronterizas principales.
Este mismo siglo pasaría a control sevillano el castillo de Matrera (que había estado vinculado desde 1256 a la Orden de Calatrava).