Fue descrito por primera vez por el botánico estatal victoriano Ferdinand von Mueller en 1864, y no se reconoce ninguna subespecie.
Obtuvo su nombre específico ya que sus hojas recuerdan a un helecho (Blechnum).
A medida que las espigas envejecen, cada una se vuelve gris y desarrolla hasta 25 vainas de semillas leñosas, conocidas como folículos.
No es lignotuberosa y se regenera por semilla después de los incendios forestales.
La planta se adapta fácilmente al cultivo, creciendo en suelos arenosos bien drenados en lugares soleados.