Barbara nativa de Toledo había sido abusada sexualmente por un cura cuando estaba en octavo grado y buscó sin éxito en la Iglesia apoyo.
Era una ferviente católica, se graduó de abogada con especialización en teología.
En 1988 fundó y presidió la organización internacional Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP) en Chicago.
Condujo la organización durante treinta años.
Influenció y apoyó a víctimas e investigadores.