[1][2] Muchos libros sobre Malta, y principalmente las guías turísticas, describen únicamente dos tipos de barcos malteses, por un lado la dgħajsa que sería un tipo de góndola folclórica, y de otro, el luzzu, un barco completamente pintado con los colores malteses típicos: verde, amarillo, morado, rojo y blanco.
Al entrar en el siglo XX y todavía hoy, el término dgħajsa se aplica a un tipo muy preciso de barco: la dgħajsa tal-pass, el barco que asegura la travesía de las bahías y el transporte de turistas, y la dgħajsa tal-midalji, barco especialmente creado para la regatta.
[3] Solo algunos tipos de barcos específicos tenían entonces un nombre particular como tartana o xprunara.
Este estudio, más bien histórico, contó con Joseph Muscat The Dgħajsa and Other Traditional Maltese Boats y se publicó en la prestigiosa colección de la Fondazzjoni Patrinonju Malti (Fundación del patrimonio maltés).
El año 2008, Joseph Muscat publicó su gran estudio histórico Sails Round Malta – Caracterizas of Sea Vessels 1600BC-1900AD ea Pubblikazzjonijiet Indipendenza.
[10] El año 2000, Joseph Muscat publicó -Flotta Tu' San Ġwann en la enciclopedia maltesa Kullana y en 2002 con Andrew Cuschieri Naval Activities of the Knights of St John, 1530-1798 en la colección «Maltese Social Studies» de Midsea Books.
Los barcos de la Orden eran entonces las galeras (Galjott en maltés), las carracas,[13] los galeones[14] y los pataches.
La tartana maltesa, tal como está representada en una acuarela, conservada en el Malta Maritime Museum difiere un poco de la tradicional tartana mediterránea: es un bergantín de tres palos aparejados con velas latinas.
Este velamen evolucionará hacia una vela latina para dar nacimiento a la firilla.
La xprunara hacía una navegación de cabotaje, remontando primero la península itálica, luego toda la parte norte mediterránea y el este peninsular hasta el estrecho de Gibraltar y seguramente hasta Portugal.
[28] Es en los puertos de las tres Ciudades, Birgu, Bormla y Senglea donde se menciona en 1601 por primera vez un barco (dgħajsa) que atravesaba el Gran Puerto a remo para transportar pasajeros, esta escena fue reproducida por Willem Schelling en 1664 en los dibujos de sus viajes.
[31] La firilla sobrevivió muy mal la llegada de la motorización de los barcos a comienzos del siglo XX y los escasos ejemplares que existen todavía hoy son todos a motor; no hay más que observar la forma del puente para poder distinguir las antiguas firilli de los nuevos luzzijiet.