Bardanes, apodado Tourkos, «el Turco» (en griego: Βαρδάνης ὁ Τοῦρκος; fl.
Desde esta posición protagonizó una revuelta en julio de 803, probablemente en oposición a las políticas económicas y religiosas del emperador.
Sus tropas marcharon hacia Constantinopla, pero no consiguió ganarse el apoyo popular, de modo que fue abandonado por algunos de sus partidarios y, reacio a enfrentarse a las fuerzas lealistas en combate, Bardanes se dio por vencido y decidió entregarse.
En ese momento, Bardanes era patricio y strategos de los tracesianos, pero pronto fue transferido al mando del poderoso tema anatólico.
[2][5] Cabe señalar que este nombramiento no es del todo seguro; se le menciona como monostrategos sólo en las fuentes posteriores, mientras que las más cercanas en el tiempo lo mencionan como strategos de los anatólicos.
[6] En julio de 803, un ejército abasí bajo al-Qasim, hijo del califa Harún al-Rashid (r. 786-809) se movilizó hacia la frontera bizantina.
[7][13][14] Los cronistas coinciden en que las tropas estaban motivadas principalmente por las preocupaciones económicas: Nicéforo había iniciado una estricta política presupuestaria para apuntalar las finanzas estatales.
Si esto es cierto y no una invención posterior, podemos entender que Bardanes planeó de antemano su levantamiento.
Bardanes recibió una carta firmada por el patriarca Tarasio y varios importantes senadores en la que se afirmaba que ni él ni sus subordinados serían castigados si se rendían.
Es probable que esto se hiciera a instancias del emperador, aunque en una declaración pública ante el Senado más tarde, Nicéforo juró no haber tenido nada que ver.
Así, la revuelta no afectó seriamente al ejército o a la mayor parte de Anatolia.
De ser el primer caso, la relación familiar excluiría cualquier matrimonio.