Sin embargo, también hay otras explicaciones menos reconocidas, como que su origen está en la palabra íbera maka-as (piedra cortada) o como producto de una leyenda.
Es la frontera natural entre las comarcas alicantinas de la Marina Alta y la Marina Baja Para salvar este obstáculo natural, y facilitar las comunicaciones, se inició en 1844 el proyecto de una carretera nueva, aunque la finalización tuvo que esperar hasta 1885.
[3] En el año 1868 se excavaron los túneles, necesarios para atravesar los promontorios laterales de roca y situar los estribos del puente.
[4][5] Dada la estrechez de esta carretera para el tráfico creciente, en el año 1961 se proyectó su sustitución por una variante más ancha y adaptada a las nuevas necesidades.
La obra se abrió al tráfico en el año 1968[6] Con anterioridad, en el año 1915, se había puesto en servicio, hacia el interior del barranco y a mayor altura, otro puente metálico de 43 m de largo para servicio del ferrocarril.