Fue realizada por un equipo del anarquista Sindicato de la Industria del Espectáculo Films (SIE Films), ya que la producción cinematográfica en Barcelona se encontraba colectivizada y en manos de la CNT-FAI.
El Valencia, personaje noble y combativo, además de esconderle, idea un plan para que Ricardo pueda huir.
En la misma casa vive acogida una atractiva joven, Rosa (Rosita de Cabo).
[4] Se trata de un «drama pasional muy melodramatizado que, según algunos autores, avanza los planteamientos del futuro neorrealismo».
[15] Tres días después fue estrenada en Barcelona, en los cines Coliseum, Fémina y Francisco Ferrer.
Son estas escenas exteriores las que han relacionado a Barrios bajos con «el realismo francés coetáneo» de autores como Jacques Feyder, Marcel Carné o Julien Duvivier.
[18] Pero la película tiene también un plano inicial de clara inspiración expresionista: el marido, huyendo del escenario del crimen se encuentra ahogado por la situación, mostrado mediante un primer plano amplio del asesino, claramente abatido, en el que se afloja la corbata, con una sobreexposición de las calles de la ciudad girando oblicuamente en torno suyo: la ciudad le rodea opresivamente.
La película incluye algunas escenas eróticas, que fueron consideradas como muy atrevidas en el momento de su realización.