Iglesias y otros grandes edificios públicos se levantaron en este corriente durante la época colonial española.
[3] Los campanarios de este estilo suelen ser más bajos y más resistentes en comparación con las torres de otras regiones del mundo con menor actividad sísmica.
[4] Estas son más gruesas en los niveles inferiores, de manera que se estrechan paulativamente hasta las partes superiores.
[5] Durante el período colonial español en Filipinas, los incendios desempeñaron un papel en la arquitectura regional: debido a que las ciudades a menudo sufrían incendios se fomentó el cambio hacia la construcción en piedra.
Los gobernadores españoles procedieron a intentar reconstruir la capital en el estilo barroco europeo, por lo que las iglesias se levantaron de la misma manera «delicada» que las del continente.