El frontispicio de esta Iglesia permite imaginar la majestuosidad con la que la misma fue construida.
Las columnas están agrupadas por pares y descansan sobre un podio, cuya superficie está tratada como un panel que seguramente se decoró con estuco.
Esas columnas, cuyo orden es poco común, se encontraban también talladas en estuco con finos atauriques en espiral.
[1] Se ha sugerido que la fachada —que es única en su género— fue construida bajo la influencia de las revelaciones contenidas en el capítulo 4 —versículos 2, 4, 10 y 11—del Libro del Apocalipsis en la que el autor, San Juan Apóstol, en una visión vio a veinticuatro ancianos en el Templo celestial.
En 1686, se edificó un nuevo templo, que también sufrió grandes daños por el terremoto de San Miguel, ocurrido en 1717.
[2] La iglesia del Carmen fue destruida, pero la nueva edificación se concluyó en 1728, y es la que permaneció activa hasta 1773.
[9] No solamente se destruyó completamente el pueblo de Parramos,[10] [11] sino que bandas de forajidos armados con cuchillos y otras armas punzocortantes intentaron asaltar a los damnificados y robarles lo poco que les quedaba; afortunadamente, las bandas fueron capturadas por la policía del gobierno del general Justo Rufino Barrios y ejecutadas sumariamente.
[9] Otro testigo indicó que el pueblo de San Miguel Dueñas quedó totalmente destruido, y quienes lograron sobrevivir salieron huyendo buscando áreas más seguras.