La basílica de San Vicente Mártir, denominada tras las últimas excavaciones como complejo episcopal de Córdoba, fue un templo cristiano que comenzó a edificarse en el siglo V y fue ampliándose en los siglos VI y VII con clara influencia bizantina.
El Ajbar Maymua (Noticias reunidas) del siglo IX relata que, durante los conflictos entre yemeníes y muladíes en el año 748, las autoridades musulmanas emplearon la parte cristiana para el juicio y condena a muerte de los cabecillas de los yemeníes.
De nuevo al-Razi y otras crónicas destacan que, finalmente, en el año 785-86, el primer emir cordobés Abderramán I compró la parte destinada al culto cristiano, pagando gratamente por ello y permitiendo reconstruir algunas iglesias extramuros demolidas durante la conquista, y construyó sobre ella la mezquita principal de la ciudad.
[2] Al-Himyari en el siglo XV relata que el rey Alfonso VI, enfurecido por el tardío pago de tributos en el siglo XI, urgió a los musulmanes que dejaran a su esposa Constanza de Borgoña dar a luz en la parte occidental de la Mezquita aljama, donde los obispos decían que había existido una iglesia.
[7][8][9] Los restos más antiguos hallados tras las nuevas excavaciones corresponden a un edificio romano datado entre los siglos I y III en sentido este-oeste.