Fue un hombre pragmático que vivió con humildad su dedicación al bien común.
Esta sociedad, conocida como La Veneciana adquirió en los últimos años del siglo XIX una notable proyección nacional que obligaría a la apertura de nuevos establecimientos en las ciudades de Madrid y Sevilla.
[1] Fue defensor del ideario republicano desde su juventud y perteneció al partido de Ruiz Zorrilla.
En 1908 se celebró la Exposición Internacional Hispano-Francesa conmemorativa del I Centenario de los Sitios.
Aunque en vida rehusó este honor, se colocó un busto en 1935 a la muerte de su hijo.