Batallón de Infantería Paracaidista Nº 14

Los inicios del paracaidismo en este ejército se remontan al año 1975, cuando por la O.C.G.E.

Una vez culminados los Cursos mencionados anteriormente, los pioneros paracaidistas comienzan a ser designados a prestar servicios, en el que, por aquellos años aún era denominado “Batallón de Infantería N°14”, agrupando de esta manera en la Unidad a todo el personal idóneo en las distintas disciplinas atenientes al Salto Libre Militar y al Paracaidismo Militar.

("Sección Anti Terrorista"), en ese entonces se instala en la Compañía Paracaidista “Escorpión”.

En el año 1987, continuando su transformación y evolución a una unidad especial, se imparte el primer curso de "Contraguerrillas", dependiendo del C.I.P.E.

Las primeras MUJERES graduadas como "Paracaidistas Militares" en Uruguay, realizaron y aprobaron en el "47.º C.B.P.M.

Artigas"; única subunidad de tales características en el Ejército Nacional.

), pasando estas especialidades a ser impartidas por este centro, al igual que los cursos de Antiterrorismo en las modalidades "Francotirador y Asalto".

N.º 5, la cual se relocaliza en el departamento de Durazno junto al Bn.I.Bldo.N°13 y el Bn.I.Mec.N°15 (Florida) y pasando a depender directamente de la "Reserva General del Ejercito".

También existen testimonios de que en la zona cercana al arroyo Meirelles fueron enterrados los 23 detenidos desaparecidos trasladados desde Argentina en el segundo vuelo, en octubre de 1976, que fueron Mario Cruz, Warner Bentancourt, Josefina Keim, Juan Miguel Morales, Juan Pablo Errandonea, Victoria Grisonas, Raúl Tejera, Alberto Mechoso, Adalberto Soba, Emilia Islas, Jorge Zaffaroni, Washington Cram, Cecilia Trías, Ruben Prieto, Armando Arnone, Casimira Carretero, Rafael Lezama, Miguel Moreno, Carlos Rodríguez, Juan Pablo Recagno, Segundo Cheguenián, Graciela da Silveira y Washington Queiro.

[3]​[4]​ Los trabajos en el Batallón 14 se iniciaron en 2005 y en febrero de ese año comenzó una nueva etapa a partir de excavaciones sistemáticas en diferentes zonas del predio.

Mediante una publicación en X, la INDDHH informó ese mismo día que los restos hallados estaban “cubiertos de una gran cantidad de cal”, y que “el equipo continúa trabajando para obtener más datos”.

Fue trasladado al centro de detención clandestino La Tablada, donde sufrió diversas torturas y fue enterrado posteriormente en el Batallón 14.

La antropóloga forense Alicia Lusiardo, que lidera el Grupo de Investigación de Antropología Forense (GIAF) [5], se encargó de informar la “característica individualizante”, que fue una fractura en una costilla y algunas otras características en los huesos, como un esguince en el tobillo, que permitieron “colaborar con la identificación”.