El encuentro terminó con el hundimiento de la embarcación norcoreana, que luego fue identificada por las autoridades japonesas como un barco espía.
[1][2] Fue la primera batalla naval librada por fuerzas japonesas desde el final de la Guerra del Pacífico en 1945.
Japón acusó a Corea del Norte que esa era una nave espía suya, aunque los norcoreanos lo negaron;[cita requerida] otros incidentes parecidos involucraban pesca ilegal en aguas japonesas y tráfico de drogas.
Ya que las intenciones del buque en aguas japonesas eran poco claras, los guardacostas decidieron interceptarlo.
[8][9] Varias explosiones no relacionadas con los ataques japoneses sacudieron la nave antes de que esta se hundiera, y la tripulación, supuestamente compuesta por quince miembros; desapareció y se presumieron muertas varios días más tarde.