Después de una infructuosa campaña del emperador bizantino Constantino V a principios del año, el kan búlgaro Telerig decidió devolver el golpe al suroeste y envió un ejército de 12 000 hombres en pequeñas incursiones para capturar Berzitia.
El emperador bizantino fue informado de la invasión a su debido tiempo por sus espías en Pliska y reunió un enorme ejército.
Cerca de la ciudad, los bizantinos sorprendieron al ejército búlgaro y después de una larga lucha lograron derrotarlos gracias a su superioridad numérica.
Constantino estaba muy confiado tras su éxito y preparó una nueva campaña contra los búlgaros, pero esta vez fracasó.
A cambio, Telerig pidió al emperador que le revelara quienes eran sus espías en Pliska, para su propia seguridad.