Durante la guerra de la Segunda Coalición, como parte de los planes militares contra sus enemigos franco-españoles, altos mandos del ejército británico recomendaron a su gobierno ejecutar un ataque por sorpresa contra un objetivo estratégico lo más desprotegido posible.
Entre marinería, infantes, artilleros y fusileros, el contingente embarcado ascendía a unos quince mil hombres.
Cuando ya caía la noche, en las alturas de La Graña encontraron resistencia de los españoles, que no duró mucho, ya que dada su inferioridad numérica se retiraron y refugiaron en el pueblo.
Por ello, al frente del Batallón de Orense tomó posiciones desde Serantes a Valón.
No obstante, a pesar de su escaso número, los defensores habían opuesto una resistencia mayor de la esperada por Pulteney, quien había previsto ejecutar una operación rápida que sorprendiera al enemigo y que se saldara con escasas bajas propias.
Además tuvo noticia de que acudían más refuerzos desde Mugardos y otros sitios.
[1][2] Se calcula que Donadío, a última hora y tras recibir los nuevos refuerzos, pudo haber sumado bajo su mando el día 26 entre tres mil y cuatro mil hombres, incluyendo milicias de civiles armados.
El Reino Unido intentó posteriormente otro ataque a la costa española: en octubre del mismo año una escuadra se presentó frente a Cádiz, pero desistió de sus intenciones ante la inminente llegada de una tormenta.