El gobierno de Siracusa había depuesto a Dafneo, el general sin éxito del ejército griego en Akragas, con Dionisio, otro oficial que había sido un seguidor de Hermócrates.
Dionisio planeó y consiguió plenos poderes dictatoriales.
Cuando los cartagineses avanzaron sobre Gela y pusieron la ciudad bajo asedio, Dionisio marchó de Siracusa para hacer frente a la amenaza.
Dionisio decidió evacuar a Gela, ya que la derrota provocó el descontento en Siracusa y no querían perder su poder.
Himilcón saqueó la ciudad abandonada después de que los griegos habían huido a Camarina.