Los zuriqueses reaccionaron lentamente; solo cuando sus enemigos tomaron Hitzkirch reunieron un consejo militar, en la noche del día 10,[5] donde los veteranos jefes militares fueron desplazados por Zuinglio.
Éste ordenó una marcha apresurada hacia Kappel, llegando con sus tropas agotadas y sin esperar a sus aliados.
Un primer ataque aliado fue rechazado por los zuriqueses y ambos bandos combatieron por las posiciones, pero después de las 18:00 los protestantes decidieron retirarse y esto animó a sus enemigos a atacar.
Finalmente, el flanco derecho de los zuriqueses colapsó y toda la fuerza terminó por seguirlos en la fuga, quedando atrapados en una zona pantanosa cercana, y la persecución no cesó hasta el anochecer.
Las tensiones entre ambas comunidades religiosas traerían nuevos conflictos, pero la hegemonía católica se mantendría hasta la Segunda guerra de Villmergen en 1712.