En ella se enfrentaron el Real Ejército de los Países Bajos y paracaidistas alemanes (Fallschirmjäger).
La ofensiva alemana consistía en que los paracaidistas alemanes cayeran en los alrededores de La Haya con órdenes de capturar aeródromos y la ciudad neerlandesa, tratando así de forzar a la reina Guillermina I a rendirse y así conquistar después Gran Bretaña.
Por ello, el ejército holandés logró lanzar un contraataque pocas horas después de producido el ataque alemán.
Después de los ataques, las tropas alemanas se vieron obligadas a evacuar edificios en llamas del campo de aviación, perdiendo su fuerte posición defensiva.
Algunos escaparon al bosque donde se defendieron y huyeron rumbo a Róterdam.