Posteriormente la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se alió casi exclusivamente con los kurdos, y los Estados Unidos se habían visto como aliado tribal de los kurdos, haciendo el conflicto inevitable.
Los refuerzos insurgentes adicionales llegaron a la ciudad el 12 de noviembre.
Sin embargo los insurrectos lograron controlar la parte árabe occidental entera de la Ciudad.
Con todos excepto uno de los oficiales de comandos muertos o seriamente heridos por el fuego enemigo inicial ese era el coronel James H. Coffman Jr..[1] El expuso el mando realmente inspirador, reuniendo a los Comandos y organizando una defensa precipitada intentando localizar a la radio de la oficina central más alta para pedir refuerzos.
Cuatro horas después del principio de la batalla, un segundo elemento de Comandos llegó y el coronel Coffman los dirigió a su posición, Coffman permaneció herido en mano destruida por una bala.
Durante la batalla de cuatro horas feroz, doce Comandos fueron asesinados y 42 fueron heridos.
Los estadounidenses relataron que encontraron poca resistencia, aunque tres de las diez comisarías se incendiaron retirando fuerzas insurgentes.