A la mañana siguiente, las tropas del gobierno de los Treinta Tiranos marcharon para enfrentarse con ellos.
Más abajo, en el ágora (mercado) del Pireo, las fuerzas oligarcas se desplegaron una formación con la misma anchura, pero con cincuenta hombres de profundidad.
En la huida murieron setenta hombres de estos, entre los que se encontraba Critias, su jefe.
[3] Tras la batalla, el prestigio de los Treinta Tiranos, que ya había menguado tras la derrota anterior, quedó irreparablemente dañado.
Esta despachó un destacamento espartano dirigido por Pausanias a la zona; este, tras lograr una victoria pírrica en la batalla del Pireo, medió en un acuerdo que alcanzaron oligarcas y exiliados.