Batalla de Narbona

[1]​ Litorio sorprendió a los visigodos y aplastó a su ejército antes de que pudieran formar una línea de batalla coherente.

[3]​ A la muerte de Walia escogieron como rey a Teodorico que, a diferencia de su antecesor, no aceptó aliarse con los romanos y muchos menos se supeditó a su emperador a través de los foedus y se enfrentó a los romanos en diversas ocasiones, intentando extender su territorio hacia la Provenza y acceder a la costa mediterránea, asediando la ciudad de Arlés en dos ocasiones en 425, aprovechando la muerte del emperador Honorio y los desórdenes por la sucesión, y nuevamente en el Sitio de Arlés (430).

Las dos incursiones fracasaron gracias a la acción del general romano Flavio Aecio.

[5]​[8]​ Aprovechando la ocasión, Teodorico rompió la alianza con los romanos y condujo sus tropas personalmente hasta la ciudad de Narbona y le puso en estado de sitio hacia el invierno de 436-437, por lo que la ciudad llegó a estar sitiada durante unos meses, resistiendo hasta que llegaron los refuerzos militares romanos.

[5]​[4]​[9]​ Aquel mismo año, Aecio, nuevamente actuando para defender la Galia, sofocó la revuelta de los burgundios, pero todavía tenía que lidiar con los bagaudas de Armórica y envió a su lugarteniente Litori, con el apoyo de los hunos[10]​ a Narbona para hacer frente a Teodorico y a sus tropas.