Nuevamente la Asamblea General, reunida esta vez en Edimburgo, rechazó las pretensiones reales, lo que llevó a la segunda guerra de los obispos.
Este Parlamento corto se interesó más por otros temas y el rey rápidamente lo disolvió.
En Escocia se reclutó un ejército, dirigido por oficiales profesionales, y que recibió armas por mar desde los Países Bajos.
Además de Conway en Newcastle, el principal ejército real estaba bastante lejos, en Selby en Yorkshire, y el rey ni siquiera había abandonado Londres.
En la madrugada del 28 de agosto el río iba demasiado crecido para que lo pasaran los escoceses.
Ascendiendo a terreno más alto, los escoceses interceptaron el regimiento desorganizado de Wilmot.
Leslie de detuvo para no perseguir al enemigo en retirada, pues el objetivo estaba logrado.