Esto siguió a un fallo anterior por el Agrimensor General John Septimus Roe y de Thomas Peel que había dirigido una expedición a la zona con el objetivo de mejorar la seguridad y la negociación para una coexistencia pacífica.
Stirling quería una "acción decisiva" que pondría fin a los ataques "de una vez por todas".
Las municiones fueron repartidas entre la partida el 27 de octubre de 1834, y se realizaron junto con suministros para varias semanas, ya que los soldados iban a permanecer en Pinjarra para establecer una guarnición planificada.
Al llegar la tarde acamparon en un lugar que los nativos llamaban Jinjanuk, a 10 millas de la desembocadura del río Murray, para poder iniciar el ataque temprano en la mañana siguiente, cuando consideraban que el grupo aborigen estarían menos preparados.
Ellis entró pronto en una pele cuerpo a cuerpo con los aborígenes y Norcott, reconociendo a un alborotador llamado Noonaar, le disparó con su escopeta de doble cañón, logrando con su acción la primera víctima de la contienda.
Cinco o más de los aborígenes fueron asesinados en la primera carga, y luego el resto del grupo aborigen se disolvió retirándose hacia el río con intención de cruzarlo y se dispersarse hacia las colinas.
Ellis había sido derribado de su caballo, pero Norcott continuó empujando al grupo hacia el río, donde fueron atrapados en un fuego cruzado fulminante.
Muchos se lanzaron al agua, conteniendo la respiración tanto tiempo como pudieron.
Registros en el diario de Roe señalan que "A muy pocos heridos se les permitió escapar".
No hubo prisioneros que fueran capturados con vida y todos los heridos fueron fusilados inmediatamente.
Al final de las hostilidades 8 mujeres y algunos niños fueron tomados como cautivos.
En su informe Stirling dejó constancia de que 15 hombres indígenas habían sido asesinados.
Dos de las esposas Calyute estaban entre los heridos; Yornup había recibido un disparo desde cierta distancia en la parte inferior de la pierna y Mindip había recibido un disparo en el brazo izquierdo y en el muslo derecho.
Al final de las hostilidades Stirling dirigió a los nativos una advertencia aterradora.
Thomas Peel continuó llamando la acción para eliminar y exterminar al resto de los Binjareb, a quien llamó "un nido de avispas", aunque no se produjeron más represalias.
En pocos minutos los fuertes gritos de los nativos nos indicaron que los blancos fueron descubiertos y comenzamos inmediatamente a disparar desde la margen izquierda......