Ataúlfo había estado acampado con su ejército en la región de Panonia desde al menos el año 408, probablemente como tribuno popular.
Alarico estaba negociando con el emperador Honorio (r. 395-423) en Rávena, entonces capital del Imperio Romano de Occidente, y Ataúlfo cruzó el Véneto, dirigiéndose a la ciudad de Pisa.
[4] El curso de la batalla no ha quedado registrado por fuentes contemporáneas y solamente se sabe que el ejército romano era numéricamente inferior al de Ataúlfo, sin poder determinarse su número total.
[1][4] Después de ser derrotado, Ataúlfo reagrupó sus tropas y marchó hacia Rávena, donde se encontró con Alarico.
Aún en 409, Ataúlfo y Alarico fueron invitados por el general Jóvio a participar en las discusiones de paz presididas en Rímini, liderando Ataúlfo un gran ejército contra su enemigo personal Saro y sus 300 hombres, acampados en Piceno.