Fue un tremendo error, ya que se privó de expandir la revolución a otras provincias, donde podía haber recibido apoyos.
Los federales lucharon con desesperación, pero sus caballos estaban debilitados y tenían muy pocas armas de fuego.
[13] Los nacionales perdieron unos doscientos hombres, sobre todo de la caballería, que había sido utilizada con torpeza.
Con menos de 180 hombres, Varela debió retirarse, dejando el campo al muy maltrecho ejército nacional.
Varela siguió resistiendo varios meses, e incluso ocupó por unas horas las ciudades de Salta y Jujuy, pero terminaría refugiado en Bolivia.
[15] La revuelta federal había fracasado por completo, y el régimen liberal imperaría sin oposición durante varias décadas en la Argentina.
La última rebelión contra el régimen porteño estaría dirigida por Ricardo López Jordán, pero sería exclusivamente entrerriana.
En relación con esta batalla se ha tejido la leyenda de la zamba que habría tocado la banda del ejército Taboada.
En realidad, no hay pruebas de que el género musical conocido como “zamba” existiera siquiera en fechas tan tempranas.