Batalla de Qala-i-Jangi

Entre los supervivientes había dos ciudadanos estadounidenses luchando junto a los talibanes, Yaser Esam Hamdi y John Walker Lindh.

Los prisioneros no fueron registrados a su entrada, y algunos de ellos habían ocultado varias armas durante la rendición.

Dave Tyson no solicitó apoyo aéreo, debido a la proximidad en donde se encontraban las fuerzas aliadas afganas.

El piloto tomó como referencia unas coordenadas erróneas, alcanzado así la posición en la que se encontraba el Controlador de Combate de la Fuerza Aérea, matando a cuatro (algunas fuentes aseguran que 30) soldados de la Alianza del Norte, ubicados en la torre nordeste por encima del equipo CAS-1, destruyendo un tanque e hiriendo a todos los miembros del equipo CAS-1, incluyendo 2 operadores británicos y a 5 estadounidenses.

Esa misma noche, dos aviones de combate AC-130 sobrevolaron en círculo la fortaleza y disparando contra los prisioneros.

El depósito principal de municiones también fue alcanzado, creando una enorme explosión que siguió ardiendo durante toda la noche.

Al día siguiente, Dostum ordenó que se inundara el sótano con agua potable y de riego.

De los aproximadamente 300 y 500 prisioneros que fueron llevados a la prisión, solamente unos 86 emergieron con vida desde el sótano inundado, incluyendo John Walker Lindh.