Finlandia quedó en la esfera de influencia soviética, mientras que Polonia debía ser dividida entre los dos.
Entonces, la Unión Soviética atacó el 30 de noviembre a Finlandia con 23 divisiones, que sumaban 450 000 hombres, alcanzando rápidamente la Línea Mannerheim.
Además, muchos de los vehículos utilizados no habían sido probados a temperaturas extremas.
Poco después se decidió mandar a la 44.ª División de Tiradores, compuesta por ucranianos, mucho mejor entrenados que los mongoles.
Entonces los grupos de apoyo abrirían fuego contra los soviéticos, y al recibir una señal se trasladarían a otra posición a 200 metros de su posición anterior, donde continuarían abriendo fuego.
Los finlandeses encontraron fuerte resistencia, llegando a cubrir solamente 3 km en casi 6 horas.
Sin embargo, en la mañana del 28 de diciembre, la línea defensiva fue rota, y los soviéticos que sobrevivieron se retiraron al pueblo de Suomussalmi, mientras que otros escaparon a los lagos congelados, donde las ametralladoras los diezmaron fácilmente.
Algunos grandes grupos de soviéticos que habían huido por la noche, fueron avistados y atacados por bombarderos finlandeses.
Sin embargo, las cifras aumentaron al irse encontrando en la primavera más cadáveres enterrados en la nieve.
En contraste, las cocinas finlandesas estaban no muy lejos de la carretera, por lo que en pocas horas las tropas podían ser relevadas y enviadas atrás donde les esperaba comida caliente y camas calientes.
En este punto se les empezó a acabar la munición, ya que ante cualquier señal del enemigo disparaban duramente.
Sin embargo, los finlandeses se acercaban ocultándose en la noche y lanzaban cargas explosivas dentro de las fogatas, volando a los soldados que estaban alrededor.
Las fuerzas aéreas soviéticas no pudieron hacer nada, dado que las tropas finlandesas estaban diseminadas y cubiertas por el bosque.
Esta victoria logró mantener libre el centro-norte de Finlandia y las tropas que allí servían pudieron ser enviadas, mucho mejor equipadas gracias al botín, al istmo de Carelia, donde se les necesitaba con urgencia.
La victoria fue tomada muy en cuenta por la Alemania nazi, que llegó a la conclusión de que si tropas pequeñas mal equipadas pero bien entrenadas podían desbaratar las divisiones del Ejército Rojo, las tropas de la Wehrmacht, grandes en número, muy bien entrenadas y equipadas, destruirían con facilidad al ejército soviético.
Sin embargo, nunca tuvieron en cuenta que la Unión Soviética podía hacer frente con facilidad a las pérdidas sufridas, gracias a sus enormes reservas, algo que Alemania nunca pudo hacer durante la guerra.
Finalmente, los soviéticos aprendieron de sus errores y disminuyeron el control político del Partido Bolchevique sobre el Ejército Rojo.