Batalla de Trancoso

Mientras Juan I de Castilla entraba en el reino por el sur del país (Elvas) con una parte de sus tropas, más al norte la otra parte tomaba Almeida y llegaba después a Trancoso, que saqueaba antes de partir de nuevo hacia Viseo.

El encuentro tiene lugar cerca de la capilla de São Marcos o San Marcos en Trancoso, y fue favorable a los portugueses, quienes recuperaron sus propiedades y liberaron a todos los prisioneros.

Un mes después, una nueva incursión castellana, a su paso por Trancoso, quemó la ermita de São Marcos.

Pero de camino a Lisboa se encontraron otra vez con tropas portuguesas en lo que fue la famosa Batalla de Aljubarrota.

Según la leyenda local, durante la batalla apareció san Marcos a caballo milagrosamente entre los caballeros, para animarlos, y los hierros de su montura estaban tallados en piedra.