[1] En 1636, tras una serie de victorias, las fuerzas españolas en los Países Bajos Españoles, al mando del Cardenal-Infante, habían alcanzado Corbie, amenazando la propia París.
Sin embargo, la flota del arzobispo de Burdeos siguió hostigando las costas cantábricas, y bloqueó a la armada española surta en el puerto de la Coruña.
Ante la imposibilidad de la defensa, el corregidor, Luis Rejón de Silva, se retiró a Colindres con las milicias locales sin presentar resistencia armada.
La capitana fue abordada y sus 14 defensores huyeron a nado ante la imposibilidad de defenderla, quedando intacta en manos francesas.
La capitana (la Nuestra Señora de la Concepción) se defendió con ferocidad, para ser finalmente hundida por su propia tripulación el 16 de agosto, evitando que cayera en manos del enemigo.