Batalla de los condes

[2]​ Tras la victoria en la batalla naval de Malta en 1283, Roger de Lauria provocó a los angevinos atacando la costa calabresa, Nápoles y Posilipo.

De 1282 a 1285 el conflicto entre las dos coronas se trasladó a Cataluña, donde la cruzada contra la Corona de Aragón fue humillantemente derrotada en las batallas del collado de las Panizas y Formigues.

Honorio IV presionó a los angevinos para que reanudaran el asalto a Sicilia, que reunieron 40 galeras en Brindisi y 43 más en Sorrento.

Lauria disponía de la cuarentena de galeras con las que siguió a la flota desde Sicilia, y usó su táctica de retirarse hasta dispersar a la escuadra enemiga para contraatacar por los flancos, atacando los remos.

La batalla duró todo el día, y finalmente Enrique de Mari escapó, mientras los aragoneses, que disponían de menos naves, pero con tripulaciones y soldados más experimentados en combate naval y acciones de abordaje,[2]​ capturaron 40 galeras y 5.000 prisioneros, incluyendo a la mayoría de la nobleza angevina.