La Bactriana era una satrapía persa conquistada por Alejandro Magno y gobernada, después de las Guerras de los diádocos que siguieron a su muerte, por el Imperio seléucida.
Durante su avance, Antíoco también descubrió que la caballería bactriana vigilaba el vado sólo durante el día, mientras que por la noche se retiraba a un pueblo vecino, a 20 estadios.
La caballería real de Antíoco rechazó con facilidad al primer escuadrón bactriano, pero no pudo más que soportar el ataque conjunto del segundo y el tercero.
El rey seléucida mostró gran valentía, y su reputación creció enormemente: mataron el caballo en que luchaba y fue herido en la boca, perdiendo varios dientes.
Eutidemo, enterado de la derrota, entró en pánico y huyó a su capital, Bactra-Zariaspa, donde Antíoco la mantuvo asediado durante tres años antes de firmar la paz.