Esta norma fijaba la sucesión en la Jefatura del Estado de una persona bajo las siguientes condiciones: “varón y español, haber cumplido la edad de treinta años, profesar la religión católica, poseer las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión y jurar las Leyes fundamentales, así como lealtad a los Principios que informan el Movimiento Nacional”.
Don Felipe sería el primer varón,[1] y su nacimiento fue considerado como una prueba de consolidación dinástica.
En el momento del nacimiento de don Felipe, Franco no había designado aún un sucesor.
La ceremonia se llevó a cabo en el Palacio de la Zarzuela, residencia del príncipe Juan Carlos y Sofía.
Asistieron al bautizo Francisco Franco y su esposa Carmen Polo.