Beatriz (mártir)

[1]​ Era la hermana de los también santos mártires Simplicio y Faustino, que fueron degollados en tiempos de Diocleciano y cuyos cuerpos fueron arrojados al río Tíber.

Beatriz recuperó y enterró cristianamente sus cuerpos.

Fue denunciada por sus creencias cristianas por un pariente, llamado Lucrecio, que aspiraba a su herencia, y que, por lo tanto, deseaba su muerte.

Por ello, fue encarcelada y estrangulada en la misma cárcel.

[2]​ Su cuerpo también fue arrojado al Tíber, pero una mujer cristiana llamada Lucina lo rescató junto al de otro mártir llamado Rufo.