Su diferencia es que las cuentas no ocupan toda la longitud de la cuerda, sino que están situadas en los extremos y pueden desplazarse por el cordón.
En origen se componía de 16 perlas y no tenía pompón.
La etimología proviene de beglerízō (μπεγλερίζω), que significaría algo así como "agitar los dados".
Desde los años 1990, el begleri tiene únicamente dos cuentas y el cordón no forma un collar, sino que está abierto.
Merced a su centro de masas variable, se usa en varios juegos malabares consistentes en girarlo entre los dedos y es habitual ver a los jóvenes griegos haciendo trucos con ellos en cafés mientras matan el tiempo.