Beizama

Su carácter rural y su aislamiento han propiciado una importante pérdida de población a lo largo del siglo XX, ya que en 1900 contaba con 634 habitantes, casi 4 veces su población actual.

La totalidad de la población es bilingüe, estando poco extendido el uso del castellano.

El actual alcalde es Nekane Otaño Garziarena del partido Aurrera Beizama Bai.

Aquí vive solo una pequeña parte de la población del municipio, en torno a 25 personas.

El resto de la población del municipio se distribuye entre varios barrios: Aginamendi, Amenábar, Baztarkalaldea, Ilarraldea y Urdanpileta.

Estos barrios no son más que agrupaciones de caseríos bastante dispersos.

Mención aparte merece el barrio de Nuarbe, situado en la parte más baja del término municipal.

El río Ibai-Eder que atraviesa el pueblo por la mitad es la frontera entre los términos municipales de Beizama y Azpeitia.

Esta tesis fue rebatida por otros historiadores posteriores y actualmente no es ni siquiera tenida en consideración.

Las cinco poblaciones se mantuvieron mancomunadas formando la Unión de Sayaz que perduró hasta el siglo XIX y que mandaba representación conjunta a las Juntas Generales de Guipúzcoa.

Su escudo mostraba un árbol frondoso, con una estrella a cada lado y una corona real encima.

El doble asesinato causó un hondo impacto en la sociedad guipuzcoana de la época que no estaba acostumbrada a que hechos de este tipo ocurrieran (menos aún en el medio rural).

El escritor Pío Baroja menciona el hecho en su novela El cabo de las tormentas.

[5]​ Desde entonces el nombre de la población sigue asociándose al suceso, que nunca fue aclarado del todo.