Este ganado se denomina en francés como Race de la Moyenne et Haute Belgique, o más comúnmente, Blanc Bleu Belge.
[3] La condición fue documentada por primera vez en 1808 por un estudioso de la ganadería llamado George Culley.
Esta mutación también interfiere con la deposición de grasa, lo que resulta en la carne muy magra.
La estructura ósea del azul belga es lo mismo que una vaca normal, aunque con una mayor cantidad de músculo, lo que los lleva a tener una mayor carne en relación con los huesos.
El ternero es tan grande que los criadores programan cesáreas de forma rutinaria.
Las reses azul belga requieren una gestión más especializada y no prosperan en ambientes hostiles.