La berenjena bonica (que en catalán significa berenjena bonita) es una variedad local que sólo se cultiva en una decena de huertas ampurdanesas.
La pulpa es blanquecina, con pequeñas semillas en el interior, y tiene un característico gusto suave, nada amargo.
También es frecuente cocinarla rellena de carne y gratinada, o hacerla rebozada.
[1] El 92 % de la berenjena es agua y por lo tanto aporta poca energía.
En cuanto a los minerales, el potasio es el más abundante pero también contiene fósforo, calcio, hierro y magnesio.