Mientras estudiaba en el Mississippi College, Ebbers ganó una beca de baloncesto.
Una lesión antes de comenzar su temporada sénior le impidió jugar su último año.
Al no poder jugar, fue nombrado entrenador del equipo universitario júnior.
[3] En 1968, Ebbers se casó con Linda Pigott, con quien tuvo tres hijas.
Su condena fue la más dura entre los principales escándalos corporativos de la primera década del siglo XXI en Estados Unidos.