Bernardo Martínez

Desde su niñez Bernardo mantuvo poca comunicación con sus padres, fue criado por doña Eloísa Jaime (su abuela materna).

Desde su niñez su abuela materna Eloisa Jaime le inculcó las devociones propias católicas de la comunidad.

Bernardo se negó y para evitar ataques contra su persona el Obispo lo trasladó al Seminario menor de Managua como jardinero.

En esa parroquia se dedicó a dar a conocer el Catecismo, pidió seminaristas al Obispo de Managua y le enviaron algunos que le ayudaron en su labor catequética.

Bernardo según las entrevistas dadas a los esposos Stephen Weglian y Mirian Marenco, relataba que había tenido un sueño con santa Juana de Arco, donde le entregaba un estandarte con la inscripción “¡Viva Jesús y María!”.

Los diarios nicaragüenses dieron gran relevancia al suceso de su ordenación sacerdotal.