Litógrafo de oficio, conoció en Leipzig a Carl Theodor von Piloty, quien lo invitó a ir en su compañía a Múnich y frecuentar su Academia de Bellas Artes.
De esta ciudad pasó, en 1853, a París, en donde continuó sus estudios con Thomas Couture.
Tras algunos viajes de estudio por Bélgica, Países Bajos e Italia, se estableció en Berlín, en donde pintó una serie de retratos a la vez que el gran cuadro María y Juan de regreso del entierro de Jesús.
Desde entonces se dedicó exclusivamente a la pintura religiosa.
Además pintó un retrato del emperador Guillermo I y otro de su esposa Augusta.