[1] Fue gobernado por la dinastía husainí desde 1705 hasta el establecimiento del protectorado francés de Túnez en 1881.
Bajo el protectorado, la institución del beylicato se mantuvo nominalmente, y los husainidas permanecieron como soberanos en gran medida simbólicos.
[2][3][4] Los bey permanecieron fieles a la Sublime Puerta, pero reinaron como monarcas después de independizarse gradualmente del Imperio otomano.
Después de lograr su plena independencia, Túnez declaró una república en 1957; la oficina beylical fue abolida y la dinastía husayníta llegó a su fin.
Sus unidades militares se incluyeron en las fuerzas tunecinas que lucharon y derrotaron la invasión argelina.
Se llevaron a cabo la construcción de obras públicas, por ejemplo, mezquitas y Madrazas (escuelas).
Su popularidad se demostró en 1715 cuando el Kapudan-pasha de la flota otomana navegó a Túnez con un nuevo gobernador para que lo sustituya; un consejo fue convocado por Husayn Bey, este estaba integrado por líderes civiles y militares locales, quienes lo apoyaron contra el Imperio Otomano, que luego se allanó.
En 1735 una disputa por la sucesión estalló entre su sobrino Ali (1688-1756, r.1735-1755) y su hijo Muhammad (1710-1759, 1755-1759) que desafió a su primo.
No obstante, los ulemas locales se cortejaron, con la financiación de la educación religiosa y los clérigos.
El gobierno tunecino fue particularmente afectado debido a sus posiciones monopolistas en relación con muchas de las exportaciones.