Es la más suntuosa Biblia Carolingia que sobrevive hasta nuestros días.
Durante el reinado del papa Gregorio VII la Biblia fue dada a la abadía benedictina de San Pablo Extramuros, donde ha permanecido desde entonces.
El manuscrito contiene la totalidad del Antiguo y Nuevo Testamento de la Vulgata.
Una miniatura, al comienzo del Libro de Job se ha perdido.
Este es el ciclo más extenso de ilustraciones en cualquier Biblia carolingia sobreviviente.