Se encuentra alojada en un edificio diseñado por el arquitecto Ricardo Legorreta bajo su línea estilística que conjuga la tradición y la modernidad.
[2]A finales de 1991, la UANL inició estudios para conocer las necesidades más apremiantes mediante la consulta a la comunidad universitaria.
[5] Al diseñar la biblioteca, Legorreta incorporó los ingredientes que integran arquitectura, paisajismo e interiorismo en una sola disciplina respetuosa con el entorno, las tradiciones y las personas.
En Legorreta esto se tradujo en relación con la biblioteca en una construcción masiva, de gruesos muros y pequeñas aberturas, con una tendencia hacia un colorido cálido de extracción popular.
[6] Las tonalidades que utilizó como el marrón, el amarillo, el rosa, el naranja, le permitió dramatizar los espacios para intensificar la experiencia personal de los usuarios.
Los recorridos y las funciones se mezclan, creando distribuciones simples que facilitan la movilidad de los usuarios en un complejo tan grande como la biblioteca, preservando, incluso, la privacidad y la sencillez, características de la arquitectura latinoamericana que Legorreta supo potenciar.