Comúnmente se utiliza para la elaboración de la bebida alcohólica mexicana tequila, sin embargo, debido a sus propiedades tiene utilidades en la industria automotriz como aditivo para los combustibles fósiles.
[1] El bioetanol cuenta con la posibilidad de reemplazar a los combustibles utilizados en los motores Otto.
Por otro lado, el rendimiento energético del etanol es un tercio más bajo que el de la nafta fósil.
[3] Después, pasa por una etapa de pre-sacarificación y fermentación, es decir, primero se hidroliza la celulosa en glucosa mediante un proceso con enzimas (enzimas celulasas) durante cierto tiempo (entre 8 y 24 horas); luego, una vez que pasa un tiempo de residencia de hidrólisis enzimática, se inocula un microorganismo (Saccharomyces cerevisiae) para poder fermentar los azúcares, pero la enzima nunca es retirada del proceso, lo cual ayuda a que se realice una sacarificación y fermentación simultánea.
[5] Otro aspecto que representa una ventaja es la compatibilidad del combustible con los automóviles convencionales.